viernes, 1 de febrero de 2008

La Revolución Industrial.

La Revolución Industrial es el proceso de evolución que conduce a una sociedad desde una economía agrícola tradicional hasta otra caracterizada por procesos de producción mecanizados para fabricar bienes a gran escala. Este proceso se produce en distintas épocas dependiendo de cada país.
En la segunda mitad del siglo XVIII, en Inglaterra, se detecta una transformación profunda en los sistemas de trabajo y de la estructura de la sociedad. Es el resultado de un crecimiento y de unos cambios que se han venido produciendo durante los últimos cien años; no es una revolución repentina, sino lenta e imparable. Se pasa del viejo mundo rural al de las ciudades, del trabajo manual al de la máquina. Los campesinos abandonan los campos y se trasladan a las ciudades; surge una nueva clase de profesionales.
El concepto "revolución industrial" abarca dos fases: la primera Revolución (siglo XVIII y XIX) y su inevitable continuación, la Segunda Revolución Industrial (siglos XIX y parte del XX).
Los cambios que esta Primera Revolución industrial produce son de carácter irreversible, y alteran definitivamente las estructuras sociales y económicas previas.
El país donde, por primera vez se produce esta acumulación de cambios, es en Inglaterra a finales del siglo XVIII; los niveles de producción y progreso alcanzados por este país serán pronto imitados por el resto de potencias europeas, pero la incorrecta o incompleta combinación de los factores no les permitirá alcanzar las cotas inglesas. Por lo que hablar de factores de la revolución industrial es hablar del caso inglés. La vida social y las actividades económicas sufrieron cambios significativos por la aplicación de los progresos de la ciencia y la técnica en la industria.
Esta revolución viene a ser un proceso de cambio constante y crecimiento continuo donde intervienen varios factores: las invenciones técnicas (tecnología) y descubrimientos teóricos, capitales y transformaciones sociales (economía), revolución de la agricultura y al ascenso de la demografía. Estos factores se combinan y potencian entre sí, no se puede decir que exista uno que sea desencadenante.
Los medios de comunicación, los transportes y la metalurgia también mostraron grandes avances como consecuencia de esta revolución

Fuente: Monografias.

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